Relación Abuelos-nietos
Prof. Dr. Hugo R. Valderrama
Para Gunhild Hagestad el papel del abuelo/a no se parece a ninguno otro en la vida. En general, el valor que se le atribuye a una persona está vinculado a los logros que se le conocen, en cambio, el abuelo/a es amado por un aspecto o cualidad muy por encima de todo, inclusive de la cantidad de visitas que lleva adelante a sus nietos.
Lilian Troll dijo que son los guardianes de la familia. Aunque en general están al margen de lo cotidiano, en las crisis, intervienen e intentan estabilizar a la familia como un todo. Frente a la separación de sus hijos, y más puntualmente de sus hijas cuando estas son madres, actúan desplegando todo su esfuerzo en acciones de apoyo y de cuidados de la casa y de los nietos.
Hagestad menciona que los abuelos actúan: “como símbolos dentro y entre las vidas; como individuos que pueden escuchar y disponen de tiempo para hacerlo; como reservas de tiempo, ayuda y atención; como uniones con un pasado desconocido y como gente que es lo suficientemente variada, flexible y compleja para desafiar categorías poco exigentes y papeles bien definidos”
La edad juega un papel importante en los modelos de abuelazgo, así cuanto más jóvenes son, más activos y comprometidos están, en cambio los mayores tienden a ser más distantes. En realidad los vínculos abuelos nietos y viceversa son evolutivos y flexibles y se van modificando a medida que transcurre el tiempo.
Con los nietos adolescentes los abuelos hablan, comparten chistes e inclusive desempeñan también un papel educador vinculado, entre otros, a la transmisión de experiencias.